El dragón volador se pasa la vida entre arboles pero las pocas veces que baja de estos es para cuando llega la hora de reproducirse. El dragón volador macho hace servir sus membranas plegables para atraer a la hembra y así iniciar el proceso de cortejo. Cuando han finalizado el proceso de apareamiento, la hembra baja de los árboles y con su hocico hace un pequeño agujero en el suelo donde deposita alrededor de 4 a 5 huevos. Después los cubre con tierra y hojas. La protección de los huevos es cosa de la madre y solo por un breve periodo de tiempo para asegurarse que los huevos no sufran ningún daño. Al cabo de 24 horas la hembra abandona a los huevos del nido y vuelve a las alturas de los arboles. El tiempo de incubación de los huevos es aproximadamente 32 días, hasta que ocurre la eclosión salen del cascarón las pequeñas crías.